martes, 28 de abril de 2015

Absolutamente

Uno se va formando de conocimiento en la vida y va descubriendo caminos. Nunca me creí el cuento que me contaron, siempre quise ir un poco más allá de la verdad en las cosas que realmente me interesan.

Últimamente ando detrás de una teoría de vida. Una que me permita, tanto entender y creer a Dios como valorar las cosas que me rodean.

Llegué a una conclusión, una de esas de las que difícilmente se vuelve. Una conclusión teológica con un amplio sentido tanto en nuestra vida como en la vida de todas las cosas. Porque sí, todas las cosas tienen vida. No hay nada muerto, nada que no tenga la presencia de Dios.

Pienso que Dios es la fuerza que mueve los electrones alrededor del núcleo del átomo. Todos tenemos esa energía, está presente en absolutamente todas las cosas. Todo, ABSOLUTAMENTE todo lo demás (cómo y dónde utilizamos esa energía) depende plenamente de nosotros mismos!

Tenemos que ser responsables y usarla como corresponde en lo que corresponde para seguir sumando, para que en el mundo haya menos guerra (de cualquier índole!) y se comparta más, para que no se desperdicie tanto en lo que no vale la pena y se ponga un poco más en lo que sí...

Sólo así estaremos creando futuro para las futuras generaciones.

Carpe diem!

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